A partir de San Xusto de Cabarcos la ruta asciende hasta el monte Calvario para luego iniciar un descenso a Lourenzá, donde espera al peregrino el imponente monasterio de San Salvador, monumento histórico-artístico desde 1974. El edificio fue fundado a finales del siglo X por el conde Osorio Gutiérrez, conocido como El Conde Santo, y en él destaca la fachada principal, obra del arquitecto Casas Novoa, que también diseñó la fachada del Obradoiro de la catedral de Santiago. En el interior del cenobio podremos contemplar la capilla de Valdeflores, que alberga el sepulcro del Conde Santo, y la de Nosa Señora de Valvanera, en la que se integra el Museo de Arte Sacro. En el aspecto gastronómico recomendamos sus habas, reconocidas por su gran calidad como indicación geográfica protegida IGP Faba de Lourenzá.
