El denominado Camino Inglés es una de las rutas marítimas jacobeas que se utilizaban en la Europa medieval para alcanzar Compostela. Peregrinos procedentes de los países escandinavos, los Países Bajos, el norte de Francia y principalmente de Inglaterra, Irlanda y Escocia llegaban por barco al norte de España entrando en Galicia por los puertos de Ribadeo, Viveiro, Ferrol o A Coruña. Estos dos últimos puertos, ubicados en un amplio golfo que los romanos denominaron Portus Magnum Artabrorum, se han consolidado tradicionalmente como los puntos de partida de las dos alternativas del Camino Inglés. Los navegantes llegaban a puerto guiados por el haz de luz de la Torre de Hércules, faro romano declarado Patrimonio de la Humanidad en el año 2009.
Una vez en tierra, ambas alternativas confluyen en la parroquia de Bruma, perteneciente al municipio de Mesía, y llegan a Compostela habiendo cruzado tierras de Cambre, Carral, Mesón do Vento, Ordes y Oroso entre otras.
Se tienen noticias documentales de peregrinaciones desde los países nórdicos o las islas británicas a partir del s. XII. Así, en el año 1147 desembarcó en el puerto de A Coruña una escuadra de Cruzados que, en su camino a Tierra Santa y antes de tomar parte en la conquista de Lisboa en apoyo al primer rey de Portugal en su lucha contra los árabes, hicieron escala en Santiago para visitar el sepulcro del Apóstol.
Entre los años 1154 y 1159 un monje islandés llamado Nicolás Bergsson deja constancia escrita del primer itinerario marítimo desde Islandia hasta el canal de Kiel, en la frontera entre Dinamarca y Alemania, y desde aquí a pie hasta Roma, camino de Jerusalén. A partir de entonces esta será la ruta mayoritariamente seguida por los peregrinos procedentes de los países nórdicos en su camino a Santiago.
Posteriormente, durante la Guerra de los Cien Años (ss. XIV – XV) fueron los británicos los que utilizaron sus naves para llegar a Santiago; de su presencia dan testimonio las monedas y piezas de cerámica encontradas durante unas excavaciones realizadas en la catedral.
Otro hecho que evidencia la importancia del peregrinaje británico es la donación de ofrendas tan importantes como un retablo portátil de alabastro, en el que se recrean cinco escenas de la vida del Apóstol Santiago, que fue cedido a la catedral por el clérigo John Goodyear en el año 1456.
El origen de los peregrinos que realizaban esta ruta se certifica también a través de los registros de defunciones que se recogían en los archivos de las capillas y cementerios de los monasterios y hospitales del camino, entre los que destacan los pertenecientes a la Orden Hospitalaria del Sancti Spiritus, sumándose a partir del s. XIV la Orden Franciscana.
Ferrol – Neda 15 km
Dificultad: Facil
Caminando: 3 h 40 m
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Neda – Pontedeume 16 km
Dificultad: Facil
Caminando: 4 h
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Pontedeume – Betanzos 21 km
Dificultad: Media
Caminando: 4 h 30 m
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Betanzos – Hospital de Bruma 28,3 km
Dificultad: Dificil
Caminando: 7 h
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Hospital de Bruma – Sigüeiro 24,8 km
Dificultad: Media
Caminando: 6 h
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Sigüeiro – Santiago de Compostela 16,5 km
Dificultad: Facil
Caminando: 4 h
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Variante A Coruña – Hospital de Bruma 33,6 km
Dificultad: Dificil
Caminando: 8 h
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